Trastornos del sueño frecuentes

Más de un tercio de los adultos en los Estados Unidos sufre de trastornos del sueño y duerme menos de siete horas al día. Cuando no se trata, la falta de sueño puede provocar varias complicaciones de salud, como hipertensión, enfermedades cardiovasculares, diabetes, depresión y obesidad.

¿Qué hace el sueño por usted?

El sueño juega un papel importante en el funcionamiento del cerebro. El sueño de calidad le permite al cerebro almacenar nueva información, deshacerse de los desechos tóxicos y hace posible que las células nerviosas se reorganicen y se comuniquen entre sí. También ayuda al cuerpo a reparar las células, restaurar la energía y liberar moléculas como las hormonas y las proteínas.

La cantidad de sueño recomendada varía ligeramente de una persona a otra. Los bebés necesitan hasta 16 y 18 horas al día, mientras que los niños y adolescentes en edad escolar necesitan un promedio de nueve horas y media de sueño por noche. Para la mayoría de los adultos, de siete a nueve horas de sueño por noche es la cantidad ideal.

Tipos de trastornos del sueño, causas y síntomas

1. Insomnio

Es la incapacidad para conciliar el sueño o permanecer dormido. Es el trastorno del sueño más común y afecta a alrededor del 30 al 35 % de los adultos. Con frecuencia el insomnio se asocia con otras condiciones, tales como el estrés, la depresión, dolores, el embarazo o la menopausia. Algunos medicamentos, incluyendo ciertos fármacos para el asma, el resfriado y la alergia, así como para el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), la hipertensión o la enfermedad de Parkinson, pueden provocar insomnio. El insomnio puede clasificarse como crónico, intermitente o transitorio.

2. Apnea del sueño

Esta es una condición médica grave caracterizada por pausas en la respiración durante el sueño por 10 segundos o más. La apnea del sueño se puede clasificar como apnea obstructiva o como apnea central. En la primera, la vía aérea superior se bloquea repetidamente durante el sueño, reduciendo o deteniendo completamente el flujo de aire. En la segunda, el cerebro deja de enviar las señales necesarias para respirar.

3. Síndrome de piernas inquietas

Este es el poderoso impulso de mover las piernas por la noche combinado con una sensación de hormigueo o cosquilleo, a menudo asociada con el TDAH y la enfermedad de Parkinson.

4. Hipersomnia

Esta se caracteriza por la incapacidad de permanecer despierto durante el día. Incluye la narcolepsia, una condición médica que causa “ataques de sueño” o somnolencia extrema durante el día. La hipersomnia es causada por problemas en los sistemas cerebrales que controlan el sueño y las funciones de vigilia. El abuso de drogas y alcohol también puede desencadenar esta condición.

5. Parasomnia

Esta es una clase de trastornos del sueño que causa comportamientos inusuales, como el sonambulismo, hablar dormido, gemidos, pesadillas, incontinencia nocturna, rechinar los dientes o apretar la mandíbula. Otros comportamientos menos comunes incluyen mensajes de texto durante el sueño, sexsomnia, síndrome de cabeza explosiva, alucinaciones relacionadas con el sueño, rasguños relacionados con el sueño y conducir mientras duerme. La parasomnia puede ser desencadenada por estrés, ansiedad, depresión, trastorno de estrés postraumático (TEPT), abuso de sustancias, ciertos medicamentos, horarios de sueño irregulares o condiciones neurológicas como la enfermedad de Parkinson.

Diagnóstico y tratamiento

Los trastornos del sueño se diagnostican a través de un examen físico, historia clínica e historial del sueño. Se pueden realizar varias pruebas y estudios para registrar los datos de un paciente durante el sueño. Estos datos incluyen cambios en las ondas cerebrales, movimientos oculares, frecuencia respiratoria, presión arterial, frecuencia cardíaca y actividad eléctrica del corazón y otros músculos. El tratamiento para los trastornos del sueño depende de la gravedad de la afección, pero puede incluir una combinación de tratamientos médicos y cambios en el estilo de vida.

Consejos para dormir bien

Acuéstese y levántese a la misma hora todos los días, incluyendo los fines de semana.
Establezca un ritual a la hora de acostarse que lo ayude a relajarse, por ejemplo, leer o tomar un baño caliente.
Evite los dispositivos electrónicos a la hora de acostarse, porque la luz de la pantalla puede ser perjudicial para el sueño.
Trate de hacer ejercicio de 20 a 30 minutos cada día, pero varias horas antes de acostarte.
No coma en abundancia antes de irse a la cama y evite la cafeína, el alcohol, el tabaco o los medicamentos que puedan interrumpir el sueño.
Asegúrese de que la temperatura sea cómoda y que el dormitorio esté oscuro y silencioso.
Evite tomar siestas al atardecer.
Si no logra dormirse, levántese, haga algo tranquilo y vuelva a la cama cuando esté cansado de nuevo.